Recién Llegado (Libre)

Tras en viaje en el tren, me había separado de mis amigos un rato, ellos habían querido ir diréctamente a las habitaciones pero yo no tenía ganas, por lo que decidí quedarme por el castillo. Fuí a dar una vuelta por los jardines para airearme un poco y para ver si veía a alguien, ya que en el tren no había salido de mi compartimento. Al volver al interior del castillo me quedé parado un momento, decidiéndo a donde ir, todavía no me apetecía subir a la torre de Gryffindor.

Ya había deshecho mis maletas. Cissy y yo habíamos quedado en el comedor para cenar, pues era ya, practicamente la hora de ello. La selección de los nuevos alumnos de primero no tardaría en empezar, y como todos los años, debíamos de asistir.

Menudo aburrimiento pensé.

Bajando las escaleras, vi a Sirius. Oh, Sirius. ¿Por qué Gryffindor? le miré con una pena sacrástica y me acerqué por detrás.

-Querido Sirius -susurré en su oído,divertida.

Me sobresalté al oír aquella voz detrás mío, al darme la vuelta, tal y como habá imaginado, estaba mi "adorada" prima Bellatrix. Alcé una ceja y la miré sin mucho entusiasmo.

-¿Tú por aquí? Te hacía torturando a niños de primero -Dije sin cambiar mi expresión- No deberías dejar de hacerlo, cualquiera podría pensar que te estás ablandando -Dije irónico y sonreí de lado.

Me reí de aquella manera tan característica.

-Oh Sirius, parece mentira que aún no me conozcas. Primero espero a que los seleccionen... -sonreí mostrando mis blancos dientes -...y después elijo a mis presas -le giñé un ojo -Es una lástima que tu ya no seas un niño, nos lo pasaríamos tan bien, como en los viejos tiempos... aunque aún así podemos divertirnos, ¿verdad? -volví a reirme y me separé de él.

Aún recordaba su primer año. Yo ya estaba en Slytherin, y me sentó a cuernos que mi primo fuera a Gryffindor... la peor de las casas. El primer Black que no iba a Slytherin. Una verguenza.

Sí, recordaba bien sus intentos por amargarme la existencia en mi primer año de Hogwarts. Quedar en Gryffindor, según mi querida família, era una vergüenza, pero entre mis tres primas, la más cabreada por ese hecho siempre había sido Bellatrix, también porque, entre las tres, ella era la que llevaba al extremo de todo ese tipo de cosas.

-¿E irás tu sola a encargarte de ellos o pedirás mas veneno al resto de las asquerosas serpientes con las que te juntas? -Pregunté con una sonrisa cínica- Claro que no se puede esperar menos de gente que pasa el año en mazmorras llenas de ratas.

Me acerqué Sirius, con una sonrisa venenosa.

-Sabes que no necesito ayuda -dije pegándome a él y girando sobre mi mísma con parsimonia, rozándole, inclinando la cabeza hacia atrás para mirarle -Lo sabes de sobra -le susurré, y después me reí maquiavélicamente, terminando la vuelta -Ten cuidado con esas asquerosas serpientes, primito, somos astutos como nadie -entrecerré los ojos, pero estos reflejaban una oscura diversión -Y ya sabes como me gusta repartir a latigazos mi veneno -solté una carcajada.

Y bien que lo sabía. Vaya que si lo sabía, como que el mejor.

Me aparté de ella y la miré fíjamente, sonriendo aún más para acabar soltando una gran carcajada.

-¿Sabes Bella? -Al terminar de reír volví a mirarla- Me das pena -Ensanché mi sonrisa- Por muy Slytherin que seas y mucho apellido que tengas, sólo eres una enferma mental que debería ir pidiendo plaza en San Mungo -La miré de arriba a abajo y negué con la cabeza- Realmente me alegro de haber sido desheredado. Si honrrar a la família Black significa ser un loco fanático como tú, francamente, prefiero la estabilidad mental.

Le dejé terminar de hablar para después sonreír y negar con el dedo.

-Ah ah. Estoy muy cuerda, Sirius, no te equivoques -dije con voz melosa, arrastrando las palabras -Debería importarme el hecho de darte pena... pero bueno -reí -tu nos das pena al resto de la familia. Esperabamos tanto de ti... -suspiré lastímeramente -Es una lástima que pieneses así, querido primo -me encogí de hombros -Solo espero que no nos des problemas... ya sabes. A Cissy y a mí no nos gustaría tener que aplicar la vara contigo -sonreí ferozmente.

Pasó uno de los profesores, y sonreí con dulzura, mirando a Sirius, como si nos llevasemos realmente bien y no estuviesemos teniendo esta conversación. Cuando se hubo marchado adopté mi posición normal.

El hall comenzaba a llenarse de gente, y no era raro que varios de los alumnos se nos quearan mirando, no era muy habitual que Bellatrix y yo hablásemos, parecía como si todos esperasen que, de un momento a otro, alguno de los dos saltase por los aires.

-¿En sério, tantas esperanzas teníais puestas en mi? -Pregunté irónicamente, fingiendo afectación- No sabes cuantísimo me apena haberos fallado. Supongo que desaparecer del árbol familiar es el précio que hay que pagar por ser una persona tolerante -Suspiré de manera exagerada. Luego, al oír su último comentário, sonreí- Creo que te hará falta algo más que el apoyo de tu hermana para poder conmigo. Porque está claro que tu sola no vas a ninguna parte.

-Tenemos esperanzas puestas en todos y cada uno de nosotros -contesté ante su primera pregunta. Después entrecerré los ojos, mirándolo con astucia y veneno -No solo desaparecerás del árbol familiar -me acerqué mucho, tanto que nuestros rostros casi se tocaban, para que no me oyesen -Sino de esta misma tierra, primo, y no creas que no lo conseguiré, o que necesitaré ayuda -reí y volví a poner distancia entre nosotros.

-Siempre subestimándome, Sirius, siempre subestimándome -negé con la cabeza, como si fuese un caso perdido -Algún día lo pagarás caro, ya lo creo, ya lo creo... -me reí mientras que lanzaba miradas cargadas de veneno a aquellos que nos miraban, haciendo que volteasen el rostro para mirar a otro sitio.

-¿Insinuas que quieres matarme, Bellatrix? -Pregunté en un susurro, con tono desafiante- Tus amenazas pueden servirte con esos idiotas que te siguen a todas partes, pero lamento decirte que a mi no me afectan en absoluto. -Le fulminé con la mirada unos instantes y luego volví a sonreir- ¿Sabes? Creía que entre los fanáticos de la pureza de sangre estaba prohibido cargarse a magos de sangre pura. A este paso os vais a extinguir muy pronto.-Reí abiertamente.

Conocía bien a Bellatrix, no por nada éramos primos y habíamos compartido varias (demasiadas, en mi opinión) reuniones familiares, y por ello sabía que si me amenazaba no era en vano, estaba lo suficiéntemente loca como para hacer cualquier cosa. Había que reconocer que, de niño, mi prima había logrado intimidarme más de una vez, pero ahora ya no me daba miedo, en absoluto.

-¿Cómo esperas que no subestime a una serpiente arrastrada? -La miré fijamente y añadí bajando la voz- No deberías hablar tanto, podrías morderte la lengua y matarte con tu prpio veneno.

OFF: No me taches de loca... que todavía no estoy desquiciada T_T no hasta que salga de Azkaban xD

Me río abiertamente, y después le miro a los ojos.

-No lo insinuo... simplemente te prevengo de algo que puede ocurrir en un futuro no muy lejano -finjo una sonrisa dulce -Como buena prima que soy, es mi deber advertirte -No está prohibido matar a los sangre limpia... pero de todas maneras, a tí casi podríamos catalogarte de traidor. No solo por su situación, sino por tu persona, mírate... no solo me tienes a mi de enemiga, Sirius. Casi toda tu familia...


Sonreí.

-Porque a las serpientes no se las subestima... yo tampoco te subestimo, ¿sabes? de hecho, creo que será de lo más divertido -me regodée -Además... subestimar al enemigo es lo peor que uno puede hacer.

Off: Esque me has amenazado de muerte xDDD

-Te agradezco sinceramente esa demostración de amor de prima que has tenido advirtiéndome de lo que puede pasarme, pero la adivinación no es tu punto fuerte, así que no des las cosas por hecho. -Dije con sarcasmo y luego volvía reir.- Esa es buena, "mi família" ¿te recuerdo que yo mismo he renegado de ella? Sí, me da verdadero pánico haberme ganado el odio de cuatro viejos magos de sangre pura, mis primas y mi hermano pequeño, algunas noches incluso me cuesta dormir.-Volví a reír y esta vez con más ganas.

-Sí, cargarte a tu primo renegado es una de las cosas que todo mago tiene que hacer antes de morirse. Vamos, una auténtica fiesta -Dije cruzándome de brazos.- Aunque si es un uno contra uno, sin ninguno de tus amiguitos detrás, no niego que pueda ser entretenido. -Le concedí.

OFF: ...simplemente nos llevamos algo mal xDD

Entrecerré los ojos.

-Renegado... te renegamos -le contradijo, aunque tampoco tenía mucho sentido discutir sobre eso ahora -Será divertido, Sirius, muy divertido -en ese momento comencé a imaginarme miles de formas de acabar con el, aunque, por supuesto, ninguna se llevaría al cabo, al menos no en serio -Ya sabes lo que me gusta jugar... ¿verdad? enseñame tus trucos, y yo te enseñaré los míos -y reí a carcajada limpia.

Los alumnos habían empezado a bajar en masas; los Hufflepuff, los Slytherin, los Gryffindor... así hasta los de primer año, que ya se dirigían al comedor para pasar la selección del sombrero.

-Pero es una lástima que no pueda ser ahora -suspiré finjiendo lástima -Por ahora -le dije dandole unas suaves palmaditas en la mejilla -Tendremos que satisfacernos con esto como buenos primos que somos, ¿verdad que sí? -quité mi mano antes de que el lo intentase siquiera -Lo pasaremos muy bien, muy bien...

Sonreí mostrando todos mis dientes, aunque de una forma muy dulce, como si siempre nos hubieramos llevado de perlas.

Luego de bajar del tren e ir a acomodar las cosas del baúl a la sala común, bajé primero que todos al gran salón, al que afluía ya una gran cantidad de alumnos.
A lo lejos distinguí el pálidop y algo fastidiado rostro de Sirius. Ninguna novedad. Suspiré y me dirigí hacia allí, no había otro camino.
Pero Bellatrix ya estaba con él, y lo miraba con una sonrisa inocente que daba miedo.

- Hola, Bella - murmuré alzando las cejas pasando y deteniéndome a su lado, mirando también a Sirius.

- ¿Qué? ¿Ya le estás dando su sentencia de muerte? - giré los ojos irónico hacia Bellatrix de nuevo.

Cada vez que veía a Sirius parecía que lo quería exterminar allí mismo. Y no era la única de la familia.

Off: xDD

-No, querida, yo me fuí de casa solito, que luego le queráis contar a la prensa lo que os de la gana es otro tema -Aclaré, las cosas eran como eran. Me aparté un poco de ella- Cuando quieras, prima, yo encantado, que a la hora de hechar maldiciones a la "família" le hago un trato especial.

Sonreí con falsedad.

-Es una verdadera lástima que no pueda dejarte en el suelo arrastrándote como buena serpiente que eres ahora mismo, sí -Ensanché mi sonrisa, imitando la de ella.-Aunque estoy en desacuerdo contigo, el amor familiar no satisface mis ganas de lanzarte un hechizo, querida prima -Dije entre dientes, pues acababa de bajar uno de los prefectos de Ravenclaw y no quería que me oyese.

Miré a mi aldededor, todos iban hacia el Comedor con bastante prisa. Luego volví a mirar a Bellatrix.

-Se me hace raro que pierdas el tiempo hablando conmigo en lugar de reunirte con tu séquito -Comenté con tranquilidad- Pensaba que tendrías ganas por fichar a todos los alumnos nuevos hijos de muggles y meterlos en tu lista negra.

Tras decir ésto último escuché una a alguien cerca nuestro, era Régulus, sin duda. Me voltee y lo miré, no esperaba encontrarme con toda la família en primer día, pero al fín de cuentas todos íbamos al mismo colégio.

-Vaya, reunión familiar -Exclamé con ironía- No,Regulus, tu querida prima solo fantaseaba con unos planes de futuro que, por desgrácia, no le voy a poder dejar llevar a cabo.-Me volví a Bellatrix y sonreí con cinismo- ¿Verdad que sí Bella?

-Sigue soñando -le espeté enarcando una ceja. Cuando mencionó el amor familiar y sus grandes ganas de lanzarme una, no pude más que dar un paso atrás, extender los brazos y hacer una profunda y gracíl reverencia.

-Aquí te espero, primo -dije sonriendo ferozmente.

En ese momento pasó un prefecto de Ravenclaw, lo que me hizo chasquear la lengua y abandonar mi pose arrogante y burlona, para mirar de nuevo a Sirius, con cara de fastidio. Malditos prefectos. No tenía ganas de que nos quitasen puntos. Realmente, me daba igual, pero por nada del mundo dejaría que ganasen los de Gryffindor. Es mi obligación como prima ofendida.
Le hice un gesto con la mano, restándole importancia ante lo de los alumnos y la lista negra.

-Oh, tranquilo. Ya habrá tiempo para eso luego. Qué modesto por tu parte recordármelo -sonreí plácidamente.

Alguien me alcanzó por detrás quedando a mi lado, y pude ver que era Regulus.

-Más o menos, Regulus -le dije con afabilidad.

Miré a Sirius de nuevo con cierta curiosidad. Desde que se había ido de casa no lo había vuelto a ver, aunque ahora que comenzábamos el colegio de nuevo me lo toparía varias veces, como ahora. Me preguntaba si también aumentaría la hostilidad entre los dos como había ocurrido con el resto de la familia. Por mi parte, el hecho de que se hubiera ido me era indiferente, iba a ocurrir tarde o temprano, desde hacía años que no deeaba otra cosa que irse.
- Bueno, los planes de Bella casi nunca fallan - le sonreí de broma a Sirius, todavía sin saber cómo tratarlo. Me volví vacilante a Bella y entendí que había interrumpido quizás oportunamente un momento de especial tensión - Si no te molesta me sentaré a tu lado en la mesa, Bella... nos vemos en un minuto - murmuré fijándome en que ya casi todos estaban instalados en el gran comedor.
- Bueno... nos vemos - me despedí de Sirius con una mirada de vacilación y me marché junto con todos al interior del gran salón.

-Cuando llegue la hora, Bella, y para que veas que soy un caballero, dejaré que ataques tú primero -Dije sin borrar la media sonrisa de mi cara- Aunque estoy seguro que lo harías de todas formas.-Me encogí de hombros- Bueno, así al menos tendrás algo de ventaja.

Miré a Régulus que parecía no estar muy seguro a la hora de hablar conmigo, yo tampoco sabía muy bien que decir, pues tampoco sabía que pensaba él de todo lo que había pasado, al fín de cuentas él aún vivía en casa y bajo la influencia de nuestra "adorada" madre.
Como tampoco noté hostilidad a la hora de hablarme, no vi necesario utilizar el sarcasmo contra él, de todas maneras, con o sin árbol de família, él era mi hermano pequeño.

-Tú lo has dicho, casi nunca. -Miré a Bellatix- Y me parece que canta victória demasiado pronto.-Me volví de nuevo e hice un movimiento de cabeza cuando se despidió.

-Que bien me conoces, Sirius -dije con voz melosa -Y con ventaja o sin ella... no saldrías muy bien parado, cariño -y me reí a carcajada limpia.

Le sonreí a Regulus, que al parecer estaba de mi parte, aunque me disgustó aquel tono vacilante que empleó con Sirius, pero lo dejé correr. Las diferencias ya irían saliendo a flote poco a poco. No hacía falta meter zizaña entre ellos... por el momento.

-Te veo ahora, Regulus -le respondí despidiendole con la mano -Lo canto como lo veo, Sirius, y sé que será así -sonreí tiernamente.

-Bella, ten cuidado con lo que dices, cualquiera que te oiga va a pensar que estás siendo agradable con tu primo el traidor de sangre -Chasque la lengua y negué con la cabeza- ¿Que pensará la família? -Pregunté con tono dramático y luego sonreí falsamente.

-¿No eras tú la que decía que no se debe subestimar al enemigo? Me parece que tienes muy asumido que eres mas fuerte que yo, y no me gustaría que te llevases una decepción.Sería demasiado trumático para ti.

Suspiré dramáticamente.

-Bueno... no todo puede ser color de rosa, ¿verdad? -me encogí de hombros con una media sonrisa -¿La familia? la familia te quemó de la pared, te quitó del árbol familiar...¿crees realmente que le importaría mucho como nos llevasemos? -niego con la cabeza mientras me rio entre dientes -Yo creo que no.

-Y no te subestimo. No he dicho que vaya a ganar, solo que no saldrás bien parado -me encogí de hombros -Pero tu puedes entender lo que quieras... ¿Traumático? bueeeeeno... en caso de que perdiese, ya se me ocurrá algo -le giñé un ojo.

-Si yo lo decía por tí, para que luego no tengas problemas en casa, pero me dejas mas tranquilo, no me gustaría que tuvieses problemas por mi culpa -Dije en un tono fraternal poco convincente- Pero ¿sabes? me siento importante, no todos tienen la oportunidad de ser tachados del arbol de los Black.

-Creí que hablábamos de un duelo a muerte -Sonreí maliciosamente- Si perdieses, Bella, creo que no podrías contarlo.

-Oh, que considerado por tu parte preocuparte así de tu primita... -dije sacarsticamente -me entristece informarte que la preocupación no es mutua -cuando escuché lo de la familia, me reí de una forma no muy normal y le miré a los ojos -Llegará un día, Sirius, en el que desearás no haber sido tachado... -me encogí de hombros -Si piensas que esos... Potter podrán protegerte siempre de nosotros, o de mí -me correjí -No dudarás mucho tiempo.


Sonreí ante lo del duelo.

-Por supuesto, pero no puede ser en el colegio, ¿recuerdas? pero mientras tanto podemos jugar -me reí tontamente. Al terminar este curso yo ya tendría permiso para utilizar magia fuera del colegio...

-Los Gryffindors somos así, nos preocupamos del resto de la gente, incuso de los reptiles venenosos -Le dije con tono fraternal.- Mira, Bella, ya soy mayorcito para cubrirme las espaldas, no soy como tú. -Asentí con la cabeza- Eso, en todo caso, protegerme de tí, porque no entiendo que interés podrían tener el resto de miembros de tú família en alguien a quien ya no reconocen como miembro de esta. -Me encogí de hombros.

-Los asuntos familiares no le incumben al resto del alumnado, fuera del colégio es mejor.-Dije sin dejar de sonreír- Tienes ganas de fiesta, eh, que pasa ¿tus amiguitos ya no te divierten o es que ya te han perdido el miedo?